Esperé
en la orilla del viento,
paciente y vacuo
como una sombra.
No vinieron las palabras,
nunca llego el momento.
¿Qué he de hacer ahora:
marcharme o esperar?
¡Escribir!
Llenar de tinta las líneas,
enredarlas hasta romperlas.
Se me escaparon las palabras.
Los demás poetas estaban ahí
para recibir las suyas.
Se me escapó el tiempo.
Se me escapa la vida,
el aire y el deseo.
¿Cuándo habrá palabras para mí?
¿Cuándo vendrás a decirlas a mi oído?
Hoy solo tengo preguntas.
¿Sabes tú porque?
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