Vivir es devoción,
un acto infinito de fe.
Hoy no buscaremos
quien nos salve,
sólo pediremos un motivo,
una razón para desearlo.
Seguiré aquí,
entre el principio y el final.
Quiero creer que siento,
quiero sentir que creo.
Tenemos tanta prisa por llegar,
tanta prisa,
que no hemos tenido tiempo
de pensar a donde.
Hoy no construiremos torres,
todas han caído.
Subiremos al cielo
usando nuestras manos:
la mano derecha de nuestras virtudes
y la mano izquierda de nuestros defectos.
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