I
Para ver sus ojos
hay que contemplarlos
desde adentro;
(perderse en ellos)
atravesar la eternidad
en un momento;
dar un paso hacia alguna parte;
ir con certeza hacia el destino.
II
Tu mirada
es un manto de agua,
un murmullo de hojas limpias,
árbol y montaña.
III
Tus ojos son mi calma.
Son dos gotas de miel oscura,
panal de tiempo y piedra,
licor de sueños y esperanza.
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