Hoy el reloj gesta huracanes,
tiempos circulares que devoran los días.
¿Dónde escondes el pasado
cuando el viento lo arrastra hasta la puerta de tu casa?
En la prisa el día avanza y mis
pies retroceden.
Todos deberíamos escapar, salir
del mundo y dejarlo abandonado.
Mañana cuando las alarmas
suenen, no habrá nadie para escuchar, reinará la lentitud.