lunes, 10 de mayo de 2010

ASTERION


I
En las paredes de este laberinto
dibujé mis primeros sueños:
los más obscuros.
En esta intimidad
me sedujo repetidas veces la tristeza
(las mismas que yo seduje al minotauro).

II
Sentiré nostalgia,
recordaré los inviernos
que llevé pegados en la piel,
el miedo
y mi romance con la muerte.

III
A partir de hoy comenzará el olvido.
Aquel que bebía noches
derramadas en el mar,
hoy es un naufrago
que canta la sed.

IV
Ahora que conozco el deseo,
deseo que mis labios sean tu laberinto,
descubrirte al perderme,
encontarme al encontrarte.

V
Aquel que bebería mi sangre
me hizo entregarlo todo
por beber la noche de sus labios.
El laberinto está vacío,
mi carne al descubierto.

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