lunes, 10 de mayo de 2010

TUS OJOS


I
Para ver sus ojos
hay que contemplarlos
desde adentro;
(perderse en ellos)
atravesar la eternidad
en un momento;
dar un paso hacia alguna parte;
ir con certeza hacia el destino.

II
Tu mirada
es un manto de agua,
un murmullo de hojas limpias,
árbol y montaña.

III
Tus ojos son mi calma.
Son dos gotas de miel oscura,
panal de tiempo y piedra,
licor de sueños y esperanza.

TU BOCA


I
Tu boca:
arrecife de corales dulces,
caricia de luz por la mañana,
música de humo sobre el agua.

II
El pasado me sabe dulce
de tus labios.
(Rastro de azúcar y palabras)

III
Hay algo tuyo en mí,
en la sangre,
en la sed que siento por las noches.
Hay algo adentro
que no se dice,
que te entrego labio a labio,
palabra por palabra.

TU PIEL


I
Tu piel
es una concepción lunar,
espuma de un mar dormido,
polvo de estrellas
que cae en mi ventana.
Tu piel
es el origen de mis besos,
del deseo
y las caricias.

II
He recorrido tu cuerpo
tantas veces,
descubriendo presagios
y recuerdos:
nuestra primer caricia,
la noche en que no nos separamos.

III
 ¿Recuerdas que tu sombra
 es un tatuaje en mi espalda?

IV
En tu piel dibujaré
todas las constelaciones
y los mapas;  
escribiré todos los secretos  
y el final de nuestra historia.
En tu piel recordaré el deseo,
las noches largas sin sueño.
En tu piel guardaré
mi cuerpo,
mi nombre verdadero,
las canciones que murmuras
cuando callas.

ASTERION


I
En las paredes de este laberinto
dibujé mis primeros sueños:
los más obscuros.
En esta intimidad
me sedujo repetidas veces la tristeza
(las mismas que yo seduje al minotauro).

II
Sentiré nostalgia,
recordaré los inviernos
que llevé pegados en la piel,
el miedo
y mi romance con la muerte.

III
A partir de hoy comenzará el olvido.
Aquel que bebía noches
derramadas en el mar,
hoy es un naufrago
que canta la sed.

IV
Ahora que conozco el deseo,
deseo que mis labios sean tu laberinto,
descubrirte al perderme,
encontarme al encontrarte.

V
Aquel que bebería mi sangre
me hizo entregarlo todo
por beber la noche de sus labios.
El laberinto está vacío,
mi carne al descubierto.

EL ESPIRITU DEL RIO

I
Esta ciudad no nos pertenece,
nosotros pertenecemos a ella.

II
Aquí
la ciudad se vive.
Amamos esta tierra
porque nos costó el orgullo;
aprender a llevar el desierto en la sangre
y en la respiración.
Pertenecemos,
somos parte de ella,
no hay duda.

III
Despierta el asfalto
también la remembranza del desierto.
Aquí,
donde el poder es una serpiente
que nunca cambia de piel,
se han cerrado las puertas.
En esta tierra perdida
las líneas podrían ser invisibles.
Este lugar es un estado de emergencia.
Ellos lo saben,
por eso buscan en el aire.
Un perro guardián te da la bienvenida,
te aprueba con su olfato.
Este lugar es un estado de emergencia.
Disfruta solo la mitad del aire,
la mitad del paisaje,
de los atardeceres que resbalan por el río.
Divide el pueblo,
la historia,
la sangre:
eso duele
aunque sea lo cotidiano.
Es fácil escribir frontera,
pero no es fácil entender
que una línea nos vuelva distintos.

IV
Llegué al corazón de la ciudad,
con pies de prisa,
sin percibir el espíritu del río;
esa esencia dual
de asfalto y agua
que marca el fin del mundo,
que lava la pobreza
y ahoga la esperanza.
De un lado los ilegales
buscando cruzar la línea,
del otro los deportados
y en medio yo;
sin saber
si borrar la línea divisoria
o marcarla con una trágica advertencia.

FUEGO

Ángel de fuego
cubre mi cuerpo desnudo con tus alas;
rasguña mi cuello con tu lengua.
Ahora déjame dormir,
alivia mi piel.
Dame labio a labio
el vino derramado en tu vientre.
Lubrica mis sueños,
aplaza el deseo,
incendia nuestra cama;
ocúltame del fuego entre tus piernas.
Hazme sentir que nada es suficiente.
Dame un motivo más
para incendiar el cielo con miradas,
para derretir la luz
y vaciarla en tu cuerpo.
Dame un motivo más.
Nunca será suficiente.

AGUA

Tú y yo
somos dos delfines
haciendo espuma.
(Nunca dejamos dormir al mar).
Tan desnudos,
tan azules,
tan inquietos
como el insomnio de Neptuno
o la húmeda entrepierna del vigía.
Sé que estarás
tejiendo redes en mi cama.
Tus labios
cubiertos de arena
susurran altas mareas,
plenilunio de espasmos,
caricias.
Pez espada
abre olas,
haz de mis deseos espuma,
arrastra por mi espalda
un rastro rojo de corales.
Navégame,
naufraga.
Deja que ancle mi cuerpo
en tus aguas.

viernes, 7 de mayo de 2010

CANTO


Abrázame,
bajo el sol te pertenezco.
Eternízame,
no podría vivir sin ti.
Bendíceme,
hazme olvidar el deseo.
Purifícame,
tanta noche
me cala en los huesos.

SEPTIEMBRE

Ese sabor amargo
de la muerte
a veces tan dulce
en mis labios.
Tus ojos cada vez más oscuros,
saturados de sueños.
Sueños,
sólo eso.
El inquietante vaivén de la nostalgia.
Una tenue luz
que teje sombras.
Una luz
que va cortando mis pupilas.
El amor
que no es amor
nos mata.
Pensé:
una vuelta más
y todo estará resuelto.
Amanecer,
oscuridades,
tiempo;
todo sigue igual.
Aquel hombre
que intentaba amarte
hoy es un fantasma
intentado no hacerlo.

SODOMA


Ahogado en el vapor caliente
de esta persecución de alientos.
Electrizado por el roce de sus cuerpos,
estremecido,
así caeré del cielo.
Ángel menguante:
antes de estas cenizas de alas
y de este polvo hecho vuelo,
está la tiranía del deseo,
el placer medido en latidos
Antes de la cama
sólo hay dos palabras
y ni siquiera son sus nombres.
Si pudiera leer sus labios,
sé que hablarían del frío
o quizá del miedo.

BABEL


Vivir es devoción,
un acto infinito de fe.
Hoy no buscaremos
quien nos salve,
sólo pediremos un motivo,
una razón para desearlo.
Seguiré aquí,
entre el principio y el final.
Quiero creer que siento,
quiero sentir que creo.
Tenemos tanta prisa por llegar,
tanta prisa,
que no hemos tenido tiempo
de pensar a donde.
Hoy no construiremos torres,
todas han caído.                                            
Subiremos al cielo
usando nuestras manos:
la mano derecha de nuestras virtudes
y la mano izquierda de nuestros defectos.

NARCISO


Refléjame.
Atrapa mi frágil desnudez
en tus manos de cristal.
Dibuja las sombras
que ocultaran mis alas.
Retrata el silencio de mis labios,
describe la oscuridad de las miradas.
Sigue por el borde de mi cuello,
acaricia el torso desnudo
con la plata de tus dedos.
Estira el deseo,
del ombligo a la entrepierna
se extiende una noche inmensa.
Revélame.
Clava en mí
ese puñal que rasga el deseo
y alimenta el vacío.
Muéstrame.
Hazme ir más allá de esta imagen,
de todas esas noches
en que la piel es un atuendo,
un accidente,
una falsa excusa.

EL BESO


Llévame a tus labios,
déjame caer.
Quiero estar en ti,
diluirme en tu saliva,
sentir que no soy yo.
Ven y juega en mi boca.
pretende un océano
en mis mejillas.

jueves, 6 de mayo de 2010

DELIRIO

Te extraño.
Qué sensación tan ajena:
delirio de mariposas en mis venas.
Hoy eres soledad,
contradicción.
Eres mi más amado
mal recuerdo.
¿Cuándo piensas irte?
¿Cuándo piensas ayudar
a que me vaya?

AUSENCIA


De norte a sur
tu ausencia se instaló en mi cama.
Vino por la tarde.
Mientras pensaba en ti
cruzó la puerta.

Te extraño.
A veces es la idea de la ausencia,
otras el vacío.
Siempre hay distancia entre nosotros.
Más si te alejas.
Porque no estás te extraño.
Porque volverás te ansío. 

ÍCARO

Necesito existir
por sobre el tiempo.
Escribir que estoy vencido,
con el alma apretada
y el corazón cansado.
Tengo fe y esperanza
Debo creer que eso basta.
¿Por qué tras el dolor
se anhelan más las caricias?
¿Por qué busco amores?
Si el único amor posible
lo perdí en el pasado.
Caeré.
Entregaré mis alas.
Olvidaré la luz
y el cielo.

ETERNA

En este breve suspiro,
tu nombre.
Se abren horizontes
y cae el sol.
Un cálido adiós
y el desenlace de la tarde.
Es imposible detener el tiempo.
Afuera no hay más luces
que iluminen mi rostro,
todo quedó en silencio,
el recuerdo
es una voz del mar.

CORAZON DE PLATA


Mi corazón de plata,
mi lento corazón
que no conoce prisas
(un ave que duerme herida)

Existe un hombre,
un ave,
un corazón de plata
que no se funde en olvido.

Existe el olvido,
las flechas de cristal
con que me besas 

CONFESION

I
Los sonidos viajan
de mis labios
al andén del viento,
Dibujan trayectorias,
instantes de fuego.

II
Tengo que hablar,
entregar mi nombre
ya que no pude entregar la vida.
Historias corrompen el silencio;
hoy todo es posible.
Socava el silencio con tu ausencia,
dibuja mi nombre
con tus dedos invisibles.

III
¿Cuántos caminos me apartan del silencio?

IV
Del mar de tus labios
sólo una promesa.
De mi atardecer
sólo un naufragio

V
¿Cuándo hablaremos de amor?
No esta vez.