martes, 15 de junio de 2010

VEINTITRÉS

¿Por qué disfruto tanto al mentir? ¿Por qué no puedo confesar todos mis pecados sin un intento de hacerlos más escandalosos?

¿Cuánta ironía es necesaria para decir que mi vida solo ha sido un intento? Un enorme diario de intentos.

Un día despertaré y descubiré la ausencia. Algun día entenderé que la ficción se convirtió en un mar de sangre, un mal recuerdo, un cuerpo desnudo tirado en la escalera.

No hay comentarios: