miércoles, 2 de enero de 2013

EL OTRO LENGUAJE


Intenta nombrar, no el otoño, sino la magia de las hojas cayendo sobre el viento. Intenta nombrar, no el mar, sino el castillo de sal sobre las olas; no el amor, sino la ansiedad de entregarse y creer en el destino. Intenta nombrar toda la belleza del mundo; y a veces las palabras no te alcanzan.

No hay como describir los sonidos de las hojas cuando se arremolinan contra el suelo; ni cómo explicar el sonido de cristales cuando el mar estalla. Intenta describir el sonido de la lluvia que cae sobre la hierba, del sol cuando se esconde entre las piedras, de las caricias cuando hacen callar el miedo; y a veces es imposible.

Debería haber otro lenguaje, hecho de silencios y miradas. Un lenguaje de silencios; un silencio universal que exprese lo que siento.

Que importa si el sonido nunca llega, si son mis manos las que hablan, si son mis ojos los que escuchan. Sólo espero que no me canse de expresar y que nunca tenga que mentir. Que aquellos que tienen voz nunca tenga que callar. Y que aquellos que puedan oír quieran entender.

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